Veo una mochila.
Cargada a tu espalda.
Llena de fracasos y decepciones.
En tu cara veo la frustración.
Lo que tu alma refleja al no dejar entrar la ilusión.
No dejes que en tu mente se instale ese eco incomodo.
Que retumba constante, llamado frustración.
Deja que tu corazón se exprese.
No lo oprimas con tu apatía.
Tu desanimo.
Tu desilusión y tu desgana.
No todos tienen la culpa de tus decepciones.
La naturaleza nos ha dotado de la posibilidad de elegir.
De inspeccionar en nuestro interior.
Ver lo que realmente somos.
Podemos hacer uso de la razón.
El problema esta cuando ignoramos esa opción.
Deja que tu mente vuele.
Se aleje, que explore.
Que pruebe todo lo que esta a su alcance.
Que disfrute.
Pon ilusión a tu vida.
Cultivala.
Escucha en tu interior.
Lo que eres y lo que quieres.
Deja a un lado tu orgullo.
Dejate llevar.
No te amarges.
Pero tampoco arrastres en tu amargura a los que te rodean.
Se lo dedico a todos los cobardes que viven amargados, que no viven ellos ni dejan vivir a los demás.