Me decepcionan los numerosos malentendidos que se generan en torno a los artistas, y en concreto a los pintores, que es lo que me coge mas de cerca.
Se supone que un pintor es un ser distinto y especial, una persona iluminada y excéntrica, siempre acariciada por el aleteo fulgurante de las musas. Esta idea sublime del creador, es el origen de muchas decepciones.
Cuando los llamados críticos de arte se atreven a opinar sobre cualquier creador como si fueran el oráculo de Elfos, y al abrir la boca empiezan a soltar estupideces.
Quien puede juzgar una creación artística ?puede gustar o no ,pero criticar el sentimiento que tuvo ese artista al crear su obra no es justo.
Se puede llegar a valorar la técnica pero nada mas.
Un pintor no vive en un mundo irreal,es justo lo contrario, en realidad pintar es vivir, y hablo de una vida de primera calidad,una buena vida,una actividad gratificante incluso si se es un mal pintor.
Pintar es una forma de ser, una manera de vivir,un oficio que se pule , aprende y se desarrolla.
.Ser pintor es un trabajo modesto y tenaz.
La inspiración es un fogonazo del inconsciente que no siempre te coge delante de un lienzo.
Los artistas no somos gente distinta a los demás, somos trabajadores sin sueldo, porque de la pintura no se vive ,solo sobreviven unos pocos con suerte.
.En este mundo que todo se mide por lo económico, ¿ resulta tan difícil entender que la pintura es un trabajo que se debe difundir ?, y facilitar a los pintores salas donde exponer gratuitamente y no de poner obstáculos porque no se tenga un nombre conocido.
Normalmente cuando se habla de cultura se suele llenar la boca de grandes palabras, pero para los pintores que no se nos conoce, la realidad es otra.
La gente piensa que solo los conocidos son artistas , pero no es así , hasta los malos abogados son abogados.
Como es natural, los pintores queremos vivir de nuestro arte.
Porque somos iguales a los demás ¿ o no ?.
Publicado por Marga Betancort en 13:06
